Tecnología y Salud

  El empleo de aparatos electrónicos en salud mental no es algo nuevo. Desde que se iniciaron los procesos de industrialización y maquinización del trabajo a mediados del pasado siglo, su desarrollo no ha cesado y su extensión se ha multiplicado a todos los ámbitos. El uso de aparatos electrónicos en el campo de la salud mental se ha producido de diversas formas. Sus aplicaciones abarcan la evaluación, el tratamiento, el autocui- dado y la automonitorización de las personas diagnosticadas de algún trastorno mental. El uso de dispositivos tecnológicos de última generación ha producido algunos cambios sensibles tanto en los procesos de atención como en los efectos sobre los sujetos que participan del entramado sanitario. El artículo se propone revisar de forma crítica estos aspectos: por un lado, los efectos habitualmente reportados en los múltiples estudios realizados hasta el momento; y, por otro, y mucho menos estudiados, los efectos producidos por las nuevas práctica

  Las estaciones base de telefonía móvil son una de las partes de las telecomunicaciones móviles, ya que transmiten las señales en forma de radiaciones de radiofrecuencia (RFR) que son recibidos por los teléfonos móviles, actuando como una radio de dos vías, La suscripción cada vez mayor de teléfonos móviles ha llevado a un aumento fenomenal en las estaciones base de telefonía móvil necesarias para satisfacer las necesidades de la creciente demanda de los abonados móviles. Durante décadas, ha habido una preocupación creciente sobre los posibles efectos adversos de la RFR en humanos que viven cerca de estaciones de radio, bases telefónicas a pesar de que el espectro RFR son de baja frecuencia. Ha habido un vínculo entre las exposiciones a RFR y varios aspectos relacionados con la salud humana trastornos que incluyen cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurológicas (Bortkiewicz et al., 2004; Eger et al.,2004; Havas, 2013; Lerchl et al., 2015;

  L a Organización Mundial de la Salud [OMS] organizó reuniones internacionales para redefinir el concepto de salud y establecer políticas de alcance mundial para promover un estado de salud en los países miembros (OMS, 2016). Respecto al primer punto, la salud fue definida como un estado de bienestar físico, mental y social; respecto al segundo, al considerar que el estado de salud tal como fue conceptualizado no se encuentra establecido a nivel mundial (Díaz Brito, Pérez Rivero, Báez Pupo & Conde Martín, 2012), la OMS estableció políticas que favorecieran su establecimiento en todos los países miembros a lo largo del siglo XX y principios de este.  E n 1986, la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud y Bienestar Social de Canadá y la Asociación Canadiense de Salud Pública organizaron la primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud (OMS, 2001). El resultado de esta reunión internacional fue la declaración de Ottawa conocida como la Carta de O

  L as antenas celulares son dispositivos diseñados para emitir ondas radioeléctricas. La transmisión de estas ondas radioeléctricas es lo que se conoce comúnmente como la «señal celular» que está en el aire y, a través de las antenas, se posibilita la comunicación de los teléfonos celulares o móviles y el acceso a Internet móvil. Es así que, uno de los inventos tecnológicos que más utilizamos a diario, y que sin lugar a dudas nos ha facilitado varias actividades de la cotidianidad es el celular. Los celulares se han convertido en un artículo indispensable no solo como un medio para recibir y contestar llamadas; pues ahora los smartphones nos permiten realizar múltiples actividades como: navegación por internet, interacción en redes sociales, chatear, tomar fotos o grabar videos. Estamos claros en que para su funcionamiento requerimos de antenas que nos permitan acceder a la amplia gama de servicios en estos dispositivos y existen ciertos mitos respecto a la implementación de las an

  E l tecnoestrés se relaciona con el uso de la tecnología, y es considerado como una experiencia psicosocial negativa, la cual conlleva a una activación psicofisiológica no placentera, que a la larga desencadena efectos a la salud de los trabajadores.   Es necesario recalcar que la tecnología por sí sola no desencadena estrés y/o efectos a la salud de los usuarios, sino una serie de factores del entorno laboral como el tipo de exposición y características del trabajo que predisponen a los trabajadores a los efectos psicofisiológicos anteriormente mencionados, según Salanova, Grau, Llorens y Schaufeli (2001) al estudiar el tecnoestrés es importante definir los grupos ocupacionales de acuerdo al uso que se le da a la tecnología en las actividades laborales cotidianas, ello con la finalidad de conocer de manera diferencial el tipo de exposición a las TIC´s, ya que de esto dependerán los efectos de estas, por ejemplo existen puestos que implican el uso de redes integrales de trabajo y c